martes, 27 de abril de 2010

Si la grasa no es... ¿entonces quién es?


El post de ayer acababa explicando que la decisión de cuándo almacenar (y por tanto, engordar) y cuándo vaciar los depósitos del organismo dependía en buena medida de la acción de una hormona pancreática que se llama insulina. Como se apuntó, la grasa no ejerce prácticamente acción alguna sobre la secreción de insulina; entonces, ¿quién le dice al páncreas que libere la hormona? Vamos a verlo en el siguiente párrafo.

Cuando comemos, los niveles de glucosa en sangre aumentan; la glucosa en sangre debe estar entre unos niveles máximos y mínimos y si eso no ocurre, el organismo toma las medidas adecuadas para delvover la concentración de azúcar a su zona ideal. Si tras una comida, digamos en la que hay demasiados glúcidos, los niveles de glucosa suben rápidamente, el organismo reaccionará también rápidamente inyectando insulina en la sangre (procedente del páncreas) para restituir los niveles de glucosa a su normalidad: ya hemos guardado la comida en forma de grasas. El mecanismo que acabamos de explicar tiene, además, derivaciones importantes:

1ª.- Si hemos guardado la comida, ya no la tenemos disponible para gastarla en nuestras actividades cotidianas (para eso se requiere que la glucosa esté en la sangre, no almacenada) con lo que volveremos a tener hambre relativamente pronto.

2ª.- Si el mecanismo expuesto de tomar un exceso de glúcidos, que el organismo convertirá en glucosa, y desencadenar una respuesta pancreática brusca se reitera, llega un momento en que las células del cuerpo, que en principio eran sensibles a la insulina, lo van siendo cada vez menos, por lo que el páncreas se ve obligado a liberar cantidades cada vez mayores de hormona, que a su vez hacen que las células sean menos sensibles a su acción, que a su vez obligan al páncreas... Hemos entrado en un círculo vicioso que se conoce como Síndrome de Resistencia a la Insulina y que está en el centro de todas esas enfermedades que citábamos en el post de ayer y de algunas más.

4 comentarios:

  1. Yo también supe de tu blog en Juventud y Belleza. Me interesa lo que cuentas, así que me quedo por aquí.

    Un saludo :)

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  2. Saludos, Noah, y gracias por estar ahí. Confío en que lo que vaya haciendo te resulte interesante y pueda ayudar, tanto a ti como a otros. Abrazos.

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  3. Dos puntos que convendría añadir y desarrollar para completar la información: La olvidada pero peligrosa fructosa y el mecanismo síntesis/degradación de glucógeno. ¿para un futuro post? ahí queda la idea ;)

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  4. Gracias Angie por puntualizarlo. Habrá tiempo, pero también hablaremos de ese "azúcar bueno" que para algunos es la fructosa, un tema que creo emergente y, por qué no, del anabolismo/catabolismo del glucógeno y otras biomoléculas. Al respecto, he publicado unas nociones en unos comentarios en el blog de Adolfo David sobre la síntesis de colágeno y ciertos productos que nos "ayudan" (a vaciar el bolsillo, supongo).

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