jueves, 29 de abril de 2010

¿Lo mejor para adelgazar es comer poco?

En el post anterior hemos dado pautas para conocer parte de la verdad que hay detrás del adelgazamiento y la mejora de la salud a través de una correcta alimentación. No obstante, y va a ser una de las principales misiones de este blog, uno de los principales enemigos a los que se enfrenta la población a la hora de decantarse hacia una dieta abundante, sana y sabrosa es la pervivencia de ciertos "saberes" sin el menor fundamento científico que han arraigado en el común y forman parte de una cierta "verdad incuestionable": varios van a ser los frentes en los que haya que plantear esta batalla, pero hoy nos vamos a limitar al asunto de la cantidad de comida apropiada para adelgazar.

La respuesta es fácil y rápida: no se preocupe de la cantidad y coma todo lo que el cuerpo le vaya pidiendo; preocúpese de la calidad y de evitar esas pocas cosas que nunca hubieran debido entrar en la dieta humana.

Lo vamos a decir de una forma más clara: NO SE ENGORDA O SE ENFERMA POR COMER MUCHO, SINO POR COMER MAL.

Eso se llama declaración de principios y esos son los principios que rigen las recomendaciones que se incluyen en esta bitácora.

Lo que figura en los párrafos anteriores no es una invitación a adoptar comportamientos alimentarios fuera de lo normal, como comerse cinco kilos de carne de una sentada; si lo hace y lo hace bien no le va a pasar nada (salvo una terrible sensación de hartazgo), pero tal vez sea mejor que no lo haga. Ahora bien, si se siente satisfecho con un filete de carne, cómase uno; si necesita cuatro o cinco para sentirse satisfecho, coma cuatro o cinco. Eso sí, evite que la mesa sea un reñidero de apuestas a ver quién come más kilos de golpe y evite también que se convierta en un vertedero de esas frustraciones que a todos nos ocurren a lo largo de la vida. Siéntese a la mesa a comer, a disfrutar con la comida y con la charla con otros comensales: eso es sano.

Cuando siga estas pautas verá que cada vez necesita menos comida (este tipo de forma de comer es más saciante que las abundantes en glúcidos) ya que su cuerpo así se lo pide: hágale caso a su cuerpo. Ahora bien, al principio, contaminado como viene de otras formas de comer, puede ser que coma tan atolondradamente que no le dé tiempo ni a saber cuándo se ha saciado; aunque si la calidad de lo ingerido es la apropiada no ha de temer, es buena pauta al principio parar un poco y ver si el cuerpo le pide más alimentos porque se ha quedado corto o si es esa falta de control (cuestión puramente psicológica) la que le impulsa a seguir comiendo sin plantearse si ha tenido bastante.

O sea, si usted es un tragabuches (como yo lo soy), aquí tiene lo que necesita. Adelgazar y mejorar la salud no es una cuestión de autodisciplina o de sacrificio, sino de conocimiento. Nunca en este blog le vamos a decir que pese o mida la cantidad de alimentos, que cuente calorías o puntos o todas esas tonterías que sólo sirven para mantener a un gran sector de la población en la peligrosa ignorancia. Basta ya de mirar con envidia a esas personas que son de poco comer y que, por tanto, parece que han sido "elegidos" para poder permanecer delgados: aquí se va a mantener delgado independientemente del volumen ingerido. ¿Imposible? Ya veremos.

6 comentarios:

  1. Muy interesante tu blog, soy seguidora del de Adolfo David, y me alegra mucho ver que el tuyo sigue la misma línea de difundir la verdad en temas de salud.

    Me interesa muchísimo todo lo que tiene que ver con este tema, más que nada porque tengo varias "dolencias" crónicas que los médicos no han logrado controlar (migrañas, dermatitis atópica y artrosis), y que gracias a la dieta antiinflamatoria, la suplementación con omega 3 y a los conocimientos que he ido adquiriendo gracias al blog de Adolfo David, he conseguido mantener a raya.

    Iniciativas como la tuya ayudarán a mucha gente, sólo hace falta dejar a un lado los prejuicios y tener la mente abierta y dispuesta para aprender. Te deseo mucha suerte en la tarea que has emprendido, y aquí tienes una seguidora más.

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  2. Muchas gracias por tus amables palabras, Erbi, ya que saber que estáis ahí y que valoráis mi trabajo es mi única compensación. Sobre las inflamaciones que relatas en tu comentario, creo que el camino que has emprendido es el bueno. Con permiso de Adolfo David, que lleva más el tema de cosmética, para la dermatitis atópica te recomendaría que, además de la cuestión general dietética, probases el jabón hecho en casa con aceite de oliva, sosa cáustica y agua: tengo casos muy cercanos en los que ha resultado ser mano de santo.

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  3. Muchas gracias por el consejo, precisamente tengo un jabón así que me ha regalado mi madre y que todavía no había tocado por falta de confianza (¡si mi madre lo supiera!!), lo probaré.

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  4. Confío que sí; hay gente a la que lo de la sosa cáustica le echa para atrás porque creen que va a ser muy agresiva: nada más lejos de la realidad, ya que cuando la sosa se combina con los ácidos grasos, neutraliza su carácter cáustico y ese jabón es el más puro que existe, el de toda la vida, sin aromas, elementos detergentes... Espero que te dé el resultado apetecido.

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  5. Y lo más importante. En mi casa lo hace mi madre y lo seguimos haciendo mi mujer y yo, que lo usamos con nosotros y con nuestro hijo que también tiene dermatitis atópica. Ya os dije que yo no iba a recomendaros algo que no quiero para mí.

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  6. ¿Podría poner la receta del jabón?

    Gracias y enhorabuena por éste blog tan estupendo.

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