sábado, 3 de julio de 2010

¡Viva la Química!

A raíz de las últimas entradas y de los comentarios que se han suscitado, me han entrado ganas de escribir sobre los aditivos alimentarios, en particular, y sobre todo aquello que la gente llama "la química", en general.

Primero os cuento una anécdota que me ocurrió cuando ocupaba la presidencia de un colegio profesional; en nuestra institución se recibió una carta muy rarita firmada por una supuesta institución caritativa-superguay en la que, entre otras cosas, se nos advertía de los peligros que la sociedad corría por la ubicua presencia de la Química y la Genética. Yo estuve por responderles diciendo que las dos disciplinas que citaba estaban en la base de nuestro conocimiento profesional, por lo que presentarse ofendiéndolas no era la mejor forma de hacer amigos. Luego lo pensé mejor y di la callada por resupuesta, tanto en ese aspecto como en algunas invitaciones que se nos ofrecían.

Viene esto a cuento porque considero que es muy grave el hecho de ofender dos disciplinas científicas sea una tarjeta de visita de nadie, máxime cuando se dirige a un colectivo científico que las usa a diario; pero, desdiciéndome de como calificaba esto en el apartado anterior, me temo que no es una anécdota, sino una categoría. Ciertamente, en grandísimos sectores de nuestra sociedad, muchos de ellos con titulación universitaria, este tipo de argumentos se vende perfectamente.

Y ahora vamos a hablar de Química:

1.-   Nosotros somos química, le guste a algunos o no. Nuestro organismo es un sistema químico (maravilloso y complejísimo, pero químico) en el que todo ocurre de acuerdo a las leyes de la física y la química. Es lo que hay.

2.-   Ese carácter químico de nuestro organismo nos lleva a depender del alimento, que es un compendio de química. Hay más química en una naranja o en una taza de café que en toda una Facultad del ramo. Además, las leyes de la termodinámica (que es una rama de la química y de la física) nos obligan a tomar alimentos con enlaces químicos ricos en energía para que nuestro organismo no degenere, sea capaz de desarrollar trabajos (latidos del corazón, musculatura ventilatoria, etc), además de incorporar elementos químicos que nos son necesarios.

¿He escrito suficientes veces la palabra "química" o sigo un poco más? Además de todo eso, es una ciencia maravillosa, tanto por lo interesante de su estudio, como por todo lo que le ha dado a la Humanidad.

Hace algunos meses, en un documental televisivo se señalaba con voz tenebrosa que la presencia cada vez más extendida de la química en nuestras vidas, desde hace unas décadas, abría muchos interrogantes sobre nuestro bienestar, para afirmar a renglón seguido que en ese mismo lapso de tiempo, la esperanza de vida se había duplicado. Pues entonces, ¡Viva la Química!

Y para adornarlo, me he permitido insertar un retrato de Marie Curie, problablemente una de las encarnaciones del espiritu científico y de su disciplina más apasionantes que se puedan dar, con mi mayor admiración y respeto: va por usted, eminencia.

5 comentarios:

  1. hace un par de dias que no entraba, y me ha hecho gracia el comentario de la "cicuta es natural", porque yo lo suelo decir.

    La gente habla de "quimica" cuando no entiende nada. Por ejemplo, en el vino pasa esto, se dice que hoy en dia el vino está hecho de "polvos", como si fuera un tang de naranja. Jeje, que fácil, disolver unos polvos y hacer vino.
    Obviamente, no es así. Supongo que quien no sabe, ve que se le echa bitartrato para estabilizar el vino (luego se recoge), o incluso el sulfuroso, y se piensan que eso es el vino. Lo más curioso, es que ideas tan estúpidas arraiguen tantisimo.

    Sobre las cosas naturales, hoy en dia y en el domicilio, son más peligrosas que las químicas (a excepción de productos limpiadores o insecticidas).

    Leí el caso de un bebé en coma por el uso de carmitativos (plantas como el anis, hinojo...), eso que se dan a los bebés que lloran (y las madres suponen que es cólico). Mucha gente no sabe que el anís es cardiotóxico en bebés, o que los aceites esenciales son hiperconcentrados.

    En cualquier farmacia puedes comprar aceite esencial de canela -muy irritante para la piel-, de perejil -abortivo-, pero es imposible que te vendan un gramo de cloruro cálcico para hacerte un queso.

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  2. Dios mío, en mi zona siempre se daba carminativo a los niños, o se les mojaba el chupete en leche condensada (y de ahí las intolerancias a la lactosa posteriores), o, lo que es increíble, infusiones de adormidera. Qué barbaridades.

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  3. Muy buena apreciación, Dr. B.
    Mi experiencia: Una pelotera tremenda con un militante de una organización ecologista (de cuyo nombre no quiero acordarme) que me repetía lo malo malísimo que es el E-333, que es cancerígeno y que los aditivos alimentarios son lo peor. A ese señor no le cupo en la cabeza que el antioxidante E-333 es el ácido ascórbico, por todos conocido como vitamina C. Los venenos animales también son naturales :) Y sin embargo podría poner varios ejemplos de producción natural o "ecológica" como lo llaman ahora, muy poco salubres (como la leche).

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  4. Gracias por vuestros comentarios. Efectivamente, como dice Pilar, la palabra "química" en según qué construcciones significa "soy un ignorante con galones y lo voy proclamando", pero desgraciadamente, es algo que prende.

    De lo de Angie, casi me pisas el siguiente post, que precisamente iba de eso, de traducir el código al nombre de la molécula y ver cómo es de peligrosa. En este mismo momento me pongo a la tarea, que no es poca.

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  5. Por fin he podido acceder!!! Por supuesto, comparto plenamente vuestros comentarios, ya que la sociedad en la que vivimos le debe mucho a la Química: viva pues.

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